Muchos son los factores que pueden influir negativamente en nuestro proceso creativo (problemas, agotamiento, desconfianza, pereza, espíritu hipercrítico y un largo etcétera). Crea cierta ansiedad la necesidad de encontrar una solución rápida y que las musas vuelvan a hacer acto de presencia. Pero como siempre, el sentido común debe primar y reconocer que es lógico tener estos periodos y que contamos con abundantes herramientas para abrir nuestra mente y expandir la conciencia,que nuestra imaginación nos vuelva a sorprender con ideas interesantes.

Deja las presiones a un lado, siéntate a escribir para disfrutar al plasmar tus pensamientos. Olvídate de correcciones o estilo, ya tendrás tiempo de revisar. Es muy recomendable elaborar un esquema donde las ideas originadas en un principio estén organizadas pero intenta desordenar, descomponer el texto, aunque el resultado sea surrealista, nos puede sorprender algo verdaderamente original.
En ocasiones nos sorprende el titulo o una estrofa de una canción que acabamos de escuchar en la radio, un cartel publicitario con una imagen que nos sugiere algo especial, una conversación entre compañeros..., si se queda en nuestra memoria es muy posible que se termine perdiendo, apúntala, o grábala en tu dispositivo móvil, por muy disparatada que sea en un principio o no veas conexión ninguna. Estas anotaciones serán una estupenda lluvia de ideas para enriquecer y nutrir nuestros textos.
Permítete aburrirte. Dejar la mente errante sin obsesionarte por la falta de creatividad porque no es verdad, siempre tenemos mil ideas pero hay que depurarlas, decantar todo ese material y dejar que el proyecto avance a su ritmo, que variará y eso forma parte de la magia de escribir.